Medito a menudo en aquel día de luz
que será todo estupor
por Tu sencillez,
que tiene en mano el mundo
y cuanto en él perdura, intacto
hasta ahora
– y más allá.
Y entonces el simple mandato se convierte en creciente nostalgia
de aquel día,
en que todo envolverá en su sencillez infinita
y en un soplo amoroso.
Juan Pablo II
Canto del Dios escondido.